* Baja
calidad de la educación y debilidades acuciantes en la formación integral del
estudiante. Esta es una querella que
por años se siente en las comunidades, tanto urbanas como rurales. A veces las quejas que apuntan a que la
calidad de la educación no es buena, están débilmente fundamentadas. Algunos de los críticos quedan rápidamente
diciendo que la educación en el pasado era mejor o que el docente, en el
presente, es responsable de la baja calidad de la educación. Quizá, los factores que inciden en la baja
calidad de la educación son muchos. El
docente es sólo uno de estos factores.
Pero, hay otros: el propio alumno, los padres de familia, los materiales
de enseñanza, las falta de recursos, las políticas educativas, la sociedad
misma. Vivimos un tiempo en que las
escuelas están constantemente bajo la mirada de los “rating”. La competencia por ser la mejor escuela es
casi que insana. Comparan las escuelas
con centros educativos totalmente diferentes en su esencia y naturaleza. Con colegios de otros países y contextos
culturales e históricos. Todo este
comparar llevar a decir qué escuelas son las mejores. ¿Y las demás?
Pareciera que se está en una olimpiada o en una liga deportiva. Esto es un poco triste, desde mi
perspectiva. Si se compara es para
ayudar, apoyar y contribuir con los centros educativos que tiene mayores
necesidades. Bueno, a las mejores se les debe entregar sus premios, méritos y
recompensas. Pero, a las demás hay que
entregarles esperanza y oportunidades.
Es posible sentir que detrás de todo este comparar, y evaluar hay una
agenda política semi-oculta que busca demostrar que durante tal o cual gestión
ministerial o gubernamental se alcanzaron tal o cual logros en la
educación. Ya se sabe, desde hace
décadas que las auténticos cambios y verdaderas reformas a la educación, que
contribuyen a aumentar la calidad educativa, tardan décadas. Años de esfuerzo, sacrificio, y entusiasmo es
lo que necesitamos. Respuestas rápidas
han abundado y sus resultados han sido efímeros. Se requiere de decisiones de estado a mediano
y largo plazo. Una de ellas se refiere a
la formación bilingüe de los ciudadanos panameños. Otras decisiones que hay que trabajar desde
el presente, pero cuyos efectos son a largo plazo, son las siguientes: la
educación ambiental, la educación científica, la educación humanística para la
paz entre los pueblos, la educación para el fortalecimiento de la familia, la
educación para la producción de alimentos y una vida sana, la educación para la
espiritualidad, la educación para la producción y uso racional de las
tecnologías médicas y de la salud, la educación que ofrezca la oportunidad del
desarrollo individual personal, la educación que aporte a la conservación y
desarrollo de cada etnia y grupo humano en este planeta, la educación de las
artes y bellas artes. Las escuelas que
caminen por estos rumbos serán de una calidad, que ningún “rating” podrá
esquivar. Los estudiantes que egresen de
estas escuelas serán los que podrán construir una sociedad feliz, llena de paz,
amor y espiritualidad.
* Poca
existencia y uso limitado de tecnologías de punta en los centros educativos. Las tecnologías de uso en las escuelas son
principalmente las que se aplican en la enseñanza y todas las demás,
especialmente las administrativas. La
queja constante en esta dimensión tecnológica es que los docentes, directivos y
administrativos no saben o no quieren usar las herramientas tecnológicas que
les proporciona el gobierno. Se expresa
que una extensa cantidad de centros educativos tienen las tecnologías, pero que
se resisten al uso de ellas. Quizás, en
muchas escuelas esto es bastante real en algunos docente y directivos; sin
embargo, los profesionales de la educación, día tras día, se han ido
sumergiendo más en el uso de las tecnologías para la comunicación a
distancia. En este momento, y desde hace
algunos pocos años, se estrenan en las escuelas las video conferencias, los
tableros digitales, las aulas virtuales, los blogs académicos, las redes de
temáticas específicas, los chats.
Abundan los dispositivos, gadgets, etc.
Por ejemplo, los celulares, las tablets, las lap-top, pantallas
gigantes, cámaras de
vigilancia, servicios de GPS (Global Positional Satellite), y otros. Todos estos servicios e instrumentos apoyan a
la didáctica, a la enseñanza, al aprendizaje de los escolares, y la vida
escolar en general. En la dimensión
administrativa tenemos los servicios electrónicos de red que se usan para
elaborar y compartir las organizaciones docentes de las escuelas, los horarios
escolares, las asignaciones diarias que entregan los educadores a los alumnos y
que deben ser revisadas por los padres de familia o tutores, los planes
bimestrales y semanales de los docentes, las calificaciones diarias y
trimestrales de los estudiantes, calendario de exámenes, periodos de matrícula,
invitaciones a celebraciones escolares,
los presupuestos, los gastos, premiaciones, etc. También pueden ser usados para colgar los
estatutos o reglamentos de plantel, los proyectos educativos del centro, las
actividades de transparencia y de rendición de cuentas, las innovaciones
escolares que se llevan a cabo, las mejoras en las instalaciones, fotografías o
videos de eventos escolares, formatos o instrumentos administrativos, el
organigrama del plantel, las comisiones de trabajo, noticias de la asociación
de padres de familia y grupos que apoyan al plantel, muestras de compras
realizadas, etc. A nivel de aula o del
plantel en general, las nuevas tecnologías proporcionan ayuda para el
desarrollo de proyectos científicos, construcción de maquetas, elaboración de
mapas conceptuales, de cuadros sinópticos, sociogramas, organigramas, tablas y
gráficas estadísticas, modelos, ensayos literarios, dibujos, esquemas
arquitectónicos, bocetos artísticos, música, y otros. La dimensión tecnológica es una que hay que
trabajar mucho más en las escuelas. La
queja, mencionada al inicio de este párrafo, no deja de tener una buena porción
de validez. Quienes tenemos a las
escuelas como nuestros lugares de trabajo, debemos incorporar muchas más
herramientas tecnológicas. Hacer esto
nos traerá más alegría y regocijo personal.
Las escuelas, a través del tiempo, han sabido aprender e incorporar
tecnologías. Por ejemplo, la imprenta,
los laboratorios científicos, la maquinaria agropecuaria, los talleres de
mecánica, las bibliotecas, las pistas y canchas deportivas. El presente requiere que incluyamos a la
computadora y todos sus dispositivos y servicios. Hay que hacerlo pronto.
* Falta de aseo y salubridad escolar.
Las plagas, pestes y epidemias están rebrotando en todo el,
planeta. El brote virulento del Ébola en
Liberia, Sierra Leona y otros países del oeste de África, debe preocuparnos a
quienes servimos en las escuelas. Ya
tenemos el dengue, el chikungunya, las enfermedades respiratorias y de la piel,
producidas por las heces de palomas que anidan y se reproducen en las
instalaciones escolares. Tenemos el
virus hanta, los ectoparásitos como la sarna y los piojos. También tenemos que en varios centros
educativos hay abundancia de aguas estancadas llenas de gusarapos, larvas de
mosquitos, lombrices y gusanos. También
tenemos basureros con desechos mal expuestos, tinaqueras pestilentes, cestos de
basura cargados de suciedad pegajosa, lavamanos desaseados, etc. Los sanitarios de los escolares,
corrientemente, son un desafío a la sanidad, al aseo y al buen gusto. A veces, son los focos centrales del mal olor
y de la insalubridad escolar. Muebles,
utensilios, equipos y herramientas aseados defectuosamente y mal almacenados
son también situaciones que disminuyen la calidad de vida en las escuelas. Corrientemente, la falta de agua potable
agudiza estas situaciones. Pero, también
se agigantan cuando el personal encargado del aseo y sanidad escolar no conoce
bien su trabajo, no tiene las herramientas y productos adecuados para el aseo,
muestra un bajo perfil por el desempeño eficiente de las tareas de aseo, no
cuenta con el apoyo institucional de los líderes del plantel. El director o directora de la escuela tiene
que entender el problema del aseo escolar, que es una cuestión de cada minuto
del día, y que no es solamente un problema de los trabajadores manuales. El director tiene que dotar de los mejores
materiales, herramientas y productos a los aseadores. Si no hay dinero, hay que hacer uso del
ingenio y creatividad para obtener los productos de calidad y usarlos
correctamente. El director o directora
debe enviar a capacitación permanente a los aseadores para que ellos sepan cada
detalle del aseo y salubridad escolar.
Corresponde también al director supervisar el aseo en cada rincón del
Idelfonso
9 de septiembre de 2014